sábado, 8 de septiembre de 2007

el síndrome maruja

Estoy contenta.

Quiero decir, que estoy contenta, con esa alegría insana que da el pensar “ya lo sabía”. Contenta con lo triste que me parece esto. No triste. Vamos a poner, mejor: esclarecedor, demostrativo, ¿ejemplar? de lo que pasa en este país (o en esta época) con estas cosas (o con todas las cosas).

Me estoy refiriendo al artículo breve, brevísimo, que escribió Filvit un poco más abajo, días atrás, acerca de la poesía de David González, y a la larga ristra de comentarios que se han ido sucediendo, en los que unos y otros se dejan la piel (con más o menos apasionamiento), defendiendo o tirándole piedras al poeta cuestionado, al artículo cuestionante, e incluso entre los propios comentaristas.

Perdón. Pero es que me ha venido la imagen de los programas éstos de la televisión donde marujas de alta alcurnia se tiran de los pelos y de las lenguas y se sacan trapos sucios hasta de lo más recóndito de los escotes.
Son programas muy divertidos. No sé si ustedes habrán visto alguno. O más no sé si ustedes habrán podido no ver alguno.

Porque el caso es que es de lo que más hay.

Es que solemos preguntarnos, los que nos las damos de cultos, por qué no habrá entre las floridas programaciones de nuestra televisión alguna cosa educativa, canales de historia, de actualidad cultural, reportajes interesantes, asuntos de éstos que nos dicen que no tienen audiencia.

De la misma manera (ingénua) nos hemos preguntado algunos (hablo ahora en concreto nosotros, los tres de CASPA), por qué hay tanta carencia de portales, páginas o blogs de teoría poética. No ya de poesía en general, que de esos hay miles y de todos los colores. Sino de teoría poética. Es decir, de las cosas raras de la poesía, de sus motivos, sus bases filosóficas; su evolución actual; los porqués y los paraqués y los dedóndes y hastacuándos de la poesía; las asociaciones y acciones que la circundan (a la poesía); un sito de reseñas curiosas, de información, de apertura a lo vario.

Más o menos eso nos preguntábamos, digo, cuando empezamos CASPA, con el ánimo de añadir alguna cosita nueva (una cosa leve, discreta, como ésta, un blog de tantos, perdido en el mundo de lo que nace sin mucho bombo). Y creo que con todo este asunto del artículo de Filvit la respuesta está bien clara:

Si en un sitio en el que se han escrito ya varios textos buenos, creo, acerca de cosas diversas, entre ellos artículos bastante gordos en cuanto a crítica (véanse: “el festival de Medellín, a la palestra” o “agentes culturales unidos”), bien pensados en cuanto a teoría, (“¿fondo o forma? La institución literaria avanza”, o “poesía+sonido+experimentación”), artículos abiertos a la controversia en cuanto a opinión teórica, artículos interesantes en cuanto a recopilación de sucesos literarios y artísticos actuales, etc., el único que ha movilizado a los lectores, (el único que ha superado con mucho los dos o tres comentarios aislados), ha sido el que hablaba de David González, yo creo que ya podemos empezar a pensar que realmente no hay mucho que hacer.

Que somos eso, parece, irremediablemente: un mucho de faceta marujil exacerbada, otro mucho, quizás, de pereza y desgana ante los “tostones teóricos”, y un muy poco de esa parte interesada, ávida de aprendizaje, cuestionadora, hasta incómoda; esa precisa parte que es justo la que hace falta para cambiar las cosas, para crecer, para hacer que evolucione esto de la poesía, esto de las artes, todo esto. Y todo lo demás.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y yo me pregunto (desde mi atalaya intelectual faltaría más): ¿Este blog puede ser más pedante y vacío de contenido? Yo creo que sí, y espero que sus sufridos autores porfíen en su tarea de demostrar a quien les quiera escuchar (pueden ser sólo ellos mismos por supuesto) que detrás de cada "crítico de oficio" hay un artista frustrado en potencia. Ánimo.

Anónimo dijo...

Hola, espíritu de la navidad, soy lector asiduo de este bloc, con lo cual ya somos 5 como mínimo. Siempre he encontrado en él buenos contenidos. Lo consulto semanalmente y cuando veo alguna entrada nueva, me reconforta porque me augura que, lejos de caer en la desídia de la autocomplacencia, hay un trabajo concienzudo de sus miembros para compartir con los otros: personas racionales y críticas a su vez, ideas fundamentadas y razonadas con ejemplos concretos.

Sin duda creo que si hubiera un blog más pedante sería el tuyo. En tus escasas líneas sólo encuentro muestras de lo que debe ser en potencia la verborréa, que en tu caso es algo peor, una pedanía de la pedantería.

De entrada ese nombre irónico que con tu ácida energía se vuelve de inmediato un infantil sarcasmo. Supera la adolescencia. Luego te elevas para juzgar, nada más pedante. Aunque sea verdad que para criticar primero hay que observar, los que en este blog la ejercen lo hacen desde el terreno, llegan embadurnados de barro hasta las cejas y por eso se expresan, muy bién además. Para escribir buenas críticas también hay que saber escribir. Así que lee. Lee y aprende.

A continuación sueltas un pregunta rretórica, y pongo retórica con dos erres, ya sabes, suspicaz espíritu, la razón. Por cierto, no es necesario contestarse a una pregunta retórica. Ya sabe el lector lo que tú crees. Luego encima eres, ¡redundante!

Ese "porfíen" ¡pardiez! Sácate la artritis de los dedos. Para terminar con un tópico tan absurdo "detrás de cada crítico..." y por cierto, infundado, puesto que un artista lo que debería ser antes que nada es crítco y más que nada consigo mismo. Y de eso trata este blog. De pararse y pensar entre tanto creador. Por cierto, y tu que coño sabes sobre si los que hacen este blog son artistas o no. Yo no lo se. Por tanto no me aventuraría a emitir un juicio.

Es muy triste que la poesía sea el género literario menos consumido. Pregúntale a tu librero. Hay mucho poeta pero poco lector y estudioso de por qué las palabras dicen lo que dicen. El sentimiento en la poesía es cómo el amor en una relación, por sí sólo no basta para que ésta sea buena y duradera.

Abogar por la creación por la creación como el verdadero motor del artista y no también por la reflexión, como parte del proceso creador, no sólo colabora a sobredimensionar el ego del autor, sino qué ni escucha ni deja escuchar, aparte de generar un discurso demagógico. Tres idéas juntas, mierda, soy un pedante.

Podría decir si lo prefieres, espíritu de la navidad ¡Y a mi qué tu prima!

Pero no. En cualquier caso da igual lo que diga, puesto que esto no lo vas a leer, espero. Cómo lector asiduo de este blog, así lo deseo, que de tómboleros literarios, aguerridos creadores y marujas aburridas que manchan cuartillas y bites, obligando al respetable a fagocitar toneladas de mierda hasta encontrar algo sustalcialmente bueno, estoy hasta la coronilla. Un poco más de respeto y humildad que nada tiene que ver con servilismo y aborregamiento.

Y encimal cierras con un "ánimo" animadverso. No hace falta con contertulios como tú ha este blog no le hacen falta lavativas.

Anónimo dijo...

"con contertulios como tú ha este blog no le hacen falta lavativas"... ha? con hache??????????