Si quita usted el sonido, Allen Ginsberg le explicará cómo se va quedando calvo, hasta dónde se quiere dejar la barba, los problemas derivados de un pelo enquistado (el que crece hacia dentro), cómo le cae el pelo a los lados del rostro, la conveniencia de un peinado simétrico, cómo caracolean los hermosos pelos que nuestro sagrado cuerpo produce, cómo cepillarse para aparentar más o menos frondosidad, cómo arrojar por la ventana los restos de bigote que nos hemos recortado y un montón de cosas de lo más capilar:
Un poema suyo, Autumn leaves, que recoge el momento en que se cepilla:
At 66, just learning how to take care of my body
Wake cheerful 8 a.m. & write in a notebook
rising from my bed side naked leaving a naked boy asleep by the wall
mix miso mushroom leeks & winter squash breakfast,
Check bloodsugar, clean teeth exactly, brush, toothpick, floss, mouthwash
oil my feet, put on white shirt white pants white sox
sit solitary by the sink
a moment before brushing my hair, happy not yet
to be a corpse.
Si quiere oír la explicación, ahora suba el volumen.
martes, 6 de octubre de 2009
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