miércoles, 31 de diciembre de 2008

2008 razones para evitar el 2009



“Todo me aburre” dijo Winston Churchill antes de entrar en coma. Murió nueve días después, puede que de aburrimiento; aburrido de contemplar el mundo que él mismo había creado, el mundo por el cual mandó tanta juventud a morir. ¿Pero quién se acuerda de Churchill cuando viaja en la línea 10 del Metro? Muy pocos, casi nadie. Si fuéramos más aficionados a la estadística podríamos constatar que son casi tan pocos como los que leen las pegatinas con fragmentos huérfanos de otras obras que leen menos personas todavía. Sí, hablo de la campaña Libros a la Calle http://www.librosalacalle.com/web/ que escogió para el 2008 una serie de fragmentos de autores que podrían “conectar” bien con el usuario habitual de Metro y Cercanías RENFE... como Unamuno, Santa Teresa de Jesús o Benito Pérez Galdós. Seguro que más de uno, picado por la curiosidad, acudió corriendo (o en Metro) a la librería más cercana para adquirir uno de estos títulos o, quizá, una copia de la Constitución Española (ese treintañero sin piso que todavía vive con sus padres, los únicos que lo defienden). No se olvidó la campaña de la necesidad de vender de Anagrama ni de Visor y no se olvidó de figuras clave para la comprensión de nuestro panorama literario actual como es Jordi Sierra i Fabra (también conocido como Jordi Sierra i Fábrica). Un poco de Umbral salteado con Espronceda, le añadimos unas entradas –pocas- de la María Moliner (que ganas de viajar en Metro para leer un fragmento de diccionario) y…

Ya tiene usted una chapuza, digo una campaña.
Campaña que han elegido unos estudiantes de gramática polacos (la sencilla sintaxis y la ortografía les delata) para “colar”, al más puro estilo Bansky, un textillo suyo que reza lo siguiente (más o menos):


Habeis oído hablar de nosotros mil veces...

... casi todas sin fundamento. Habéis visto nuestras frases en los muros y esa A dentro de un círculo que tan poco os dice a vosotros y tanto nos dice a nosotros. Nos habéis visto incluso en la tele, pero lo que no termináis de entender es que nos veis a diario, en la calle, en el metro, en clase, e incluso en el trabajo. Que somos gente corriente con carne y huesos. Que somos vuestros hijos, vuestros vecinos, que os conocemos.

Y sabemos que también a vosotros os jode cuando suena el despertador. Y no nos creemos que seáis felices así, entre el trabajo y el centro comercial, siempre haciendo cola y pensando en la próxima compra, viendo pasar la vida entre mercancías que en el fondo -reconocedlo- no saben a nada.

Lo que no entendemos es que viváis como si nada, como si todo fuese bien, sin demasiadas preocupaciones más allá de lo puramente económico. Como si os contentarais con esa basura que nos han vendido, como si no fueseis capaces de concebir algo mejor, como si os sintieseis a gusto entre le plástico y el hormigón. En eso somos diferentes, nosotros odiamos todo esto, no nos atraen lo más mínimo las múltiples referencias del catálogo en que han convertido las ciudades. Nos sabe a mierda, es imposible que la vida sea esto, porque esto no es vida. Esto es pasar el tiempo sin pena ni gloria. Nosotros asumimos las penas que pueda traernos la búsqueda de la gloria, a lo que no estamos dispuestos es a envejecer en fila de uno frente a una caja registradora que nos administre un pedacito de muerte con cada ticket.

Nosotros tenemos sangre en las venas, algo inusual en nuestros días, y por eso reventamos y reaccionamos de formas extrañas para vosotros: lloramos, gritamos, corremos, rompemos. Y seríamos capaces de disimular y hacer como si nada y no meternos en líos, pero nos daría vergüenza.

El que diga que el mundo va bien, o es tonto o es un mal nacido; así de sencillo.El que diga que no puede hacer nada al respecto, o no tiene imaginación o no tiene interés, y lo demás son excusas. Nosotros ya estamos hartos, así que nos encontraréis por ahí, haciendo lo posible para joder este macabro decorado que solo esconde miseria y devastación.

Salud y anarquía...


Como se puede apreciar por la fotografía se trata de otra pegatina que imita las pegatinas “oficiales” de la campaña, pero que nada tiene que ver. En un blog –del cual he copiado el texto anterior– hablan a fecha del 10 de mayo de 2008 de la existencia de estas pegatinas, y algunos de los comentarios lamentan lo poco que van a durar. Bien, escribo esto hoy tras haber visto varias de estas pegatinas, en el último día del año 2008. ¿Un éxito? No: si hubiera sido un éxito las pegatinas ya no estarían. La cuestión es que aquí no lee nadie, que los anarquistas viajan en Metro, que las campañas para llevar los libros a la calle son un chiste malo, a todo el mundo le da igual todo; leer, no leer, que exista este blog… y todo aburre profundamente. Con estas palabras, pues, me despido: “Todo me aburre”.

Tricotilomanía Crónica,
a 31 de diciembre 2008

2 comentarios:

Chity Taboada dijo...

La verdad es que a mí no me da igual que exista este blog en el que he entrado por casualidad pero al que vendrá otras veces porque además de realista es divertido y eso ya es rizar el rizo de lo imposible.

Anónimo dijo...

Yo después de leer esto, me muero por echar una cabezadita...