viernes, 10 de agosto de 2007

traducción-acción

enric cassasses es un gran poeta. como se da la circunstancia de que fuera de cataluña no es demasiado conocido, uno trata de hablar siempre de él y traducir sus textos para propios y extraños. se da también la cosa de que este miembro de caspa no tiene ni papa de catalán, así que a veces se lo inventa y a veces usa un traductor on-line que provoca traducciones marcianas y dadá. y terminamos dándose también el hecho de que a cassasses no le sobran tampoco estos dos calificativos. así que ahí va. una especie de poética en catalán marciano castellanizado. no tiene desperdicio.


Pregunta doble: quién soy y por qué escribo? Respuesta simple: escribo porque no sé quién soy. Palpejant a las oscuridades encontramos la siguiente pregunta doble: qué soy y por quien escribo? No dice para quien sino por quien, que es cómo si dijéramos por culpa de quien, pero ya veremos más abajo que el por quien y el para quien tienen la misma respuesta, en este caso. Vamos al grano: qué soy? Soy un resto del alma de la molinera vieja que al morir se le quedó enganchada como un parrac en una branqueta del baladre que había al lado del portal y cuando lo echaron a tierra, el molino, aquel retall de trapo blanco llevado por el viento me vino a la cara a encegar-me justamente cuando yo pasaba conduciendo la motoreta carraca que se había dejado la Espinac joven y primero estuve a punto de resbalar en aquel caminet de tierra de entre aquellos montes pelados, después estuve a punto de redreçar la moto y al final efectivamente resbalé y me clavé una santa patacada que no fue nada tampoco, pero la espant ya no me lo saca nadie y por esto escribo. El que quedó más afectado fue el Espinac porque no sé que de no sé qué pieza y él, aquella carraca, se lo estimaba cómo si fuera una cabreta que viene cuando se el llamamiento y la pudiera munyir, y para mirar de evitar de encontrármelo, porque me miraba de través, empecé a quedarme a casa y me dedicaba a explorar los montes pelados de la escritura, pero no como una herramienta de entretenimiento sino como una búsqueda del desconocimiento, porque soy el hombre lobo que salta afamat cada golpe que algo desconocida le pasa al alcance del urpa. Soy el hombre gol entre semana, cuando no juega a fútbol y le vienen ideas extrañas con fuerzas magnéticas que desvían la pelota hacia fuera: siempre el mismo maldito sueño, suele ante la portería xuto bien y cuando está a punto de entrar la pelota sola gira en ángulo recto y se va a las herbotes del camino ancho, como mínimo, o hasta hace falta farmacéutico... y ave, a buscarla. Soy el micropsicòleg que si te coge una locura en una millonésima de segundo te la curo antes de que se acabe y te puedes pasar el resto de la millonésima pensando tranquilamente en las musaranyes, que es una de las formas de la salud mental que todavía están permitidas. Soy lo desconocido que pasa por la calle cuando todo el mundo se conoce, o a él le parece que todo el mundo se conoce, todo el mundo menos él. Soy un loro que lo tienen siempre en un balcó que da a la placeta de bajo casa y se llama Darwin (el loro). Soy el pastor foraster que hace apacentar cabras del país y los encomienda el enyorament. Y si soy la única piedra que casualmente sobrevivirá de esta civilización? Y si soy la ceja izquierda del hombre de las cejas de espart, el hombre del bocadillo de la guerra de la Rodoreda? Resumiendo, que soy de los perdidos en un mar de castanyes, de los perdidos y bastante, y cómo que los perdidos quizás son los únicos que tienen una mínima noción de que va el festival este de los estels entre las ramas, lo escribimos para los que saben donde son, porque somos generosos y cuando tenemos dudas nos gusta compartirlos. Para poder escribir estas cosas nos hacemos muy pequeños: yo primero me hago muy pequeño, después, sin querer, casi siempre recuerdo el chico Espinac, y después pienso en un amigo mío que es multiòpata y sólo escribo frases o cosas que él las pueda entender, que es un sistema que no falla casi nunca, pero esto era antes porque mi amigo se murió de muchas cosas y puedo afirmar y asegurar que todo lo que yo había escrito hasta entonces lo había escrito para él y que todo lo que he escrito después lo he escrito por él. Llegado aquí ya puedo contestar con un poco más de aire la primera pregunta (quién soy?): soy la voz conocida que parece que te grite en la casa vacía, soy uno de tantos a la rambla de los desamparados, soy uno de los que organizaron el viaje intergalàctic de los pobres, la desesperación de los ricos, el consuelo de la gente grande. Y la segunda pregunta (por qué escribo?): no lo sé.

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