miércoles, 8 de diciembre de 2010

Hotty-minded skulls

Una vez vi a un joven de la Iglesia de Irlanda, un empleado de banca del oeste de Irlanda, sumido en un trance parecido. No tengo duda alguna de que también él estaba bastante convencido de que la manzana de Eva era la manzana de una verdulería, y sin embargo vio el árbol y oyó a las almas suspirando por sus ramas, y vio manzanas con rostro humano, y aplicando el oído a una manzana oyó un sonido parecido al de una riña de huéspedes.



The first board spake and said:

"Is it best eating flesh or bread?"



The only reason for mentioning the ceremony is, that I scarcely ever in my life saw any phenomena so ridiculous as the meekness and gravity of those three young men whilst being "led to the altar".


So the wench sayth as so we marcheth, not even for those of springless meanroam butever into the sunbeam of glowth there she lays. And as for a pauper it would perwill thy hightity, thus mine hort apprices Rome.



lunes, 6 de diciembre de 2010

UN ÁTOMO UN ATTIMO UN MOMENTO

No he estado soñando, soy insomne; los somos los seres tan extraños.





Véngase conmigo
No duerma
Despierte

Reseñas sin libro I

habida cuenta de la cantidad de libros que se publican en España; del desinterés de la crítica y hacia la crítica; del desinterés en general; de la paradójica ausencia, cercana a la negación, de la lectura del gran público u horda populacha; de otros motivos que ahora mismo se me escapan: considero importante dar comienzo a esta serie, intitulada "Reseñas sin libro", que recogerá interesantes recensiones de obras literarias, sin indicar en ningún caso de qué obra se trata, ni quién es su autor, ni quién realiza la crítica. amén.


De vez en cuando, es bueno que un poeta, que no tema el aire rarificado de las cimas, se atreva a elevarse por encima de lo vulgar para que, en un soplo épico, exalte nuestro hoy. Porque, no nos equivoquemos: esos valientes jóvenes que, en lo peor de la guerra, han intentado todo (en vano, ¡lástima!) para evitar el infierno argelino a un joven militar que pedía misericordia, son los verdaderos sucesores de Ayax y de Aquiles, de Hércules y de Telémaco, de los Argonautas, de los Tres Mosqueteros,e incluso del Capitán Nemo, de Saint–Exupéry, de Teilhard de Chardin... En cuanto a los lectores a quienes las virtudes de la epopeya dejen insensibles, encontrarán en este librito suficientes digresiones y paréntesis para obtener en ellas su placer, y en particular una receta de arroz con aceitunas que debería satisfacer a los más difíciles.