miércoles, 9 de diciembre de 2009

La 'patafísica involuntaria

Un espectador denuncia a un músico de jazz por no tocar jazz

CHEMA G. MARTÍNEZ - Sigüenza - 09/12/2009

Larry Ochs despertó ayer por la mañana tras una noche de pesadilla. Tras medio siglo en la primera línea del jazz más creativo, y próximo a su jubilación como músico en ejercicio, el fundador del influyente grupo Rova Quartet no se había visto en nada parecido a lo vivido la noche del lunes en una pequeña localidad castellana. Su concierto, que ponía el punto final al V Festival de Jazz de Sigüenza, a punto estuvo de ser cancelado manu militari por la autoridad competente. Motivo: la música del saxofonista, a juicio de un espectador y sus acompañantes, no era jazz sino "música contemporánea", género que el denunciante tiene "contraindicado psicológicamente" por prescripción facultativa. Así consta en la hoja de reclamación cumplimentada en el lugar de los hechos, previa a la denuncia.

La que se formó fue de órdago, con la presencia de dos números de la Guardia Civil. Medió hasta el requerimiento del munícipe de la ciudad, presente en el acto.

Mas no quedó ahí la cosa, sino que, según lo expresado por este último, uno de los uniformados, tal vez sobrado de conocimientos sobre la materia, sometió la música de Ochs a una suerte de juicio sumarísimo. Lo más sorprendente, se llegó a una conclusión coincidente con la del denunciante: la música del saxofonista no es jazz.

La sesión se fue así en un ir y venir de los implicados, ante el estupor de los intérpretes, que a duras penas podían explicarse el espectáculo que se les ofrecía. "Yo creía haberlo visto todo", declaró después Ochs, "pero es obvio que estaba equivocado".

El hecho resulta tanto más notable cuanto que, en las noches precedentes del festival, se habían escuchado otras propuestas tanto o más jazzísticamente cuestionables que la de Ochs, si es que puede hablarse en tales términos, a cargo de Digital Primitives, Brigada Bravo y Díaz y el dúo de baterías Daniel Humair y Ramón López. Superada su "crisis de identidad", Ochs decidió tomarse el incidente con filosofía: "Después de esto, ya tengo algo que contar a mis nietos".

EL PAíS

2 comentarios:

el zurdo dijo...

Sólo en España.

Don Hirsuto dijo...

En mi Liencres natal, un buen domingo devoramos a toda la banda por no subirse a tocar al quiosco de la plaza (que sí está protegido). En otra ocasión, durante las fiestas patronales, logramos dar caza a unos chavalitos muy simpáticos y llorones (finalmente demostraron ser unos llorones) que decían tocar música pop. Nos limpiamos los restos entre los dientes con las cuerdas de sus guitarras. Así que este músico de jazz... qué quieren que les diga, el tipo que le demandó y el guardia civil que corroboró las impresiones del tipo me parecen de lo más sensatos y serenos.